En el deporte base las funciones del entrenador se suelen multiplicar, pues poco son los clubes o equipos que tienen la posibilidad de contar con otros servicios como preparador físico, psicólogo o fisioterapeuta. Encontramos cuatro estilos de liderazgo en los entrenadores de iniciación deportiva:
- Entrenadores democráticos: se caracterizan por tener un alto grado de confianza en si mismo, buena comunicación, utilización del razonamiento para dar instrucciones y la toma de decisiones. Y como consecuencia de esto suelen tener deportistas seguros de sí mismo, activos y participativos.
- Entrenadores autoritarios: tiene un alto nivel de control y disciplina, bajo nivel afectivo, comunicación en una solo dirección y sin posibilidad de dialogo. Las consecuencias de este estilo de liderazgo es tener deportistas con poca iniciativa y autoestima debil. Suelen tener buen rendimiento de resultado en cuento a rendimiento pero las carencias de aprendizaje repercutirán en el futuro.
- Entrenadores permisivos: elevado nivel afectivo, ausencia de reglas y disciplina. Las consecuencias son deportistas con inseguridad y poca autoconfianza.
- Entrenadores indiferentes: bajo nivel de afecto y de control. Las consecuencias suelen ser carencias de aprendizaje tomándose el entrenamiento como una especie de “recreo”. Como entrenador es necesario establecer una buena relación con los niños o niñas y con sus padres y madres.
A continuación exponemos estrategias para ayudarte a ello.
- Para mejorar la relación entrenador – deportista:
o Cambiar el concepto de resultado o victoria: muchos entrenadores valoran el rendimiento del niño o niña en función del resultado. Es importante cambiar esto, y centrar la valoración en el esfuerzo.
o Abordar el entrenamiento de forma positiva: es decir reforzar las acciones correctas y corregir las incorrectas en lugar de señalar únicamente los fallos. Evitar los gritos y el estilo de liderazgo autoritario. Optar por un liderazgo democrático. Para los niños y niñas, su entrenador es un referente.
o Autoevaluación de la propia conducta de entrenador: es un error típico dado que están acostumbrados a evaluar a los deportistas y no a ellos mismos. Es recomendable realizar autocriticas constructivas.
- Para mejorar la relación entrenador – padres y madres:
o Transmitir los objetivos deportivos y educativos que se persiguen en la temporada.
o Dejar claras las reglas establecidas como horarios de entrenamiento, equipaje, etc.
o Explicar cuáles son las funciones del entrenador.
o Explicar el rol que ejercen los padres y madres: es la parte más importante ya que tiene que quedar claro cuál es su papel y que entiendan que son una pieza clave para el club y el bienestar personal y deportivo de sus hijos o hijas.
o Dejar claro que momentos son los más propicios para intercambiar comentarios acerca de sus niños o niñas.
Por lo tanto con todo lo que acabamos de ver las características ideales que deben tener los entrenadores de deporte base son:
- Tener claro que el objetivo principal del niño o niña que práctica un deporte es divertirse y estar con sus amigos.
- Buena gestión emocional.
- Capacidad para transmitir valores positivos como esfuerzo, compañerismo, trabajo en equipo, etc.
- Habilidades de comunicación: tratando de siempre de tener una comunicación asertiva.
- Habilidades sociales: mostrando empatía, escuchando las preocupaciones de los niños o niñas, realizando críticas constructivas.
- Dominio del conocimiento técnico y de como enseñarselo a los pequeños.
- Establecer objetivos claros y realistas adaptados al nivel del deportista.
- Capacidad de gestión de equipos y liderazgo.
- Desarrollar valores como la paciencia, constancia o tolerancia.
- Comunicación adecuada con los padres y madres.