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Etapas del duelo aplicado a las lesiones

09 junio 2023

Las lesiones implican una pérdida de la rutina, es decir, de los entrenamientos y competiciones, y además dependiendo del impacto de lesión es posible que tampoco se pueda acudir al centro de trabajo o de estudios y que se vea afectada la vida social del deportista. 

Por ello, la persona que ha sufrido una perdida tiene que pasar un proceso de adaptación a través de las siguientes etapas. (Un pequeño apunte antes de empezar a hablar de las etapas y es que no tienen por qué aparecer todas las que vamos a nombrar) 

Empezamos con la primera que es la negación, donde el deportista no es demasiado consciente de lo que ocurre e intenta quitar importancia a la situación. Por ejemplo, piensa que son unas molestias o que está un poco cargado y que se le irá pasando si evita unos días ciertos movimientos, etc. 

Seguimos con la etapa de ira o enfado. Estas emociones que suelen aparecen cuando se es consciente de que puede haber una lesión, y pueden darse hacia uno mismo por haber ignorado las señales de alerta o por haber ejecutado un determinado movimiento o contra otras personas como servicios médicos, por un mal diagnóstico, o contra el entrenador o preparador físico por la realización de un determinado ejercicio, etc. La siguiente etapa es la negociación. Aquí se empiezan a contemplar que cambios hay que hacer para evitar estar lesionado el mayor tiempo posible. Por ejemplo: ir al fisio, dejar de entrenar durante unos días, volver a al entrenamiento después de la sesión del fisio a probar sensaciones, etc. 

Seguimos con la tristeza. Con las acciones puestas en marcha anteriormente, el deportista empieza a ser consciente de que no mejora, de que siguen las molestias o de que no se va el dolor. Suele coincidir con días de pruebas médicas a lo que se añade la espera para saber los resultados. Aparecen pensamientos de preocupación e incertidumbre sobre la lesión, por ejemplo, si se va a poder llegar a una determinada competición, preocupación por la evolución de la lesión, por si no es posible la recuperación total, por si hay que operar, etc. 

 Y la última etapa es la aceptación. Aquí se acepta la lesión y las consecuencias que va a tener en la vida del deportista. Se empieza a incorporar nuevas rutinas relacionadas con la rehabilitación de la lesión. En esta etapa se empieza a ver la luz al final del túnel y se puede predecir el pronóstico de la lesión y el tiempo de inactividad física. 

¿Te has reconocido en estas etapas en las lesiones que has tenido?

Noelia Jareño

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