La frustración es una emoción. Como cualquier emoción no es ni positiva ni negativa si no que aparece para darnos un mensaje sobre algo que está ocurriendo en nuestro entorno. Esta emoción tiene que ver con las expectativas. Nosotros tenemos unas expectativas sobre el partido o competición en la que estamos participando, pero las cosas no están saliendo como pensábamos. El mensaje de la frustración es avisarte de que la realidad no se corresponde con tus expectativas, que pares, que analices la situación y que adaptes tu comportamiento a la realidad.
Teniendo en cuenta esto podemos ver dos tipos de respuesta en los deportistas:
- Respuesta que lleva a la acción La frustración puede dar lugar a la impulsividad. Esta impulsividad bien gestionada nos lleva a la búsqueda de soluciones y a tomar, de nuevo, las riendas de la competición. Sin embargo, también puede aparecer una impulsividad relacionada más con el enfado y la agresividad hacia uno mismo o hacia los demás y dar lugar a peleas entre compañeros, con el rival o con los árbitros o jueces.
- Respuesta de huida o paralización Sentir frustración puede llevarnos a abandonar aquellos objetivos que queríamos conseguir o paralizarnos ante ellos. Pensar que ya no se puede hacer nada. Ya que no conseguimos alcanzar el ritmo que tiene nuestro rival en la competición. Vemos el desánimo en la cara y en los gestos del deportista o del equipo.
¿Qué podemos hacer si sentimos frustración en medio de una competición? Aquí te dejo 5 tips que pueden ayudarte a gestionarla.
1. Reconoce y acepta la emoción. Si no sabemos que estamos sintiendo, si no entendemos el porqué de nuestro bajo rendimiento en ese momento, es difícil gestionar la frustración de forma adecuada.
2. Haz un análisis pre – partido teniendo en cuenta tus fortalezas y puntos a mejorar y los del rival, así como las dificultades que pueden surgir y como puedes solucionarlas. Asi cuando aparezcan los problemas ya tendremos las posibles soluciones a mano.
3. Intenta mantener la calma, a través de técnicas de respiración y autodialogo para evitar dejarte llevar por la impulsividad y tener la mente liberada para buscar soluciones
4. Analiza que está ocurriendo, porque no estamos llegando a los objetivos propuestos, ¿las expectativas eran demasiado altas, hay algo que está frenando mi rendimiento, que ha ocurrido para que empiece a competir así? Busca momentos parecidos en el pasado e identifica y pon en marcha los recursos que te ayudaron a gestionar esa situación. Aprovecha los descansos o momentos que requieran menor actividad para utilizarlos y ajustar tus expectativas a la realidad
5. Cuida tu lenguaje verbal y no verbal: las verbalizaciones que hagas como “siempre me pasa lo mismo”, “llevo 1 año con este bloqueo”, tus gestos, tu postura facial es información que le estas dando a tu rival de que las cosas no están saliendo como tu querías.
Por ultimo y a modo de reflexión que las cosas salgan diferentes a lo esperado no es un fracaso y de hecho, puede ser una oportunidad para crecer. ¿Qué puedo aprender para la próxima vez? Esta es la pregunta que tenemos que hacernos.