EL PARTIDO DE FERNANDO
Fernando es un niño de 10 años. No recuerda cuando fue la primera vez que cogió un balón ni cuando le dijo a sus padres que se quería apuntar al equipo de fútbol sala de su ciudad, pero sí recuerda muy bien cuando ellos le decían ¡pero si todavía eres muy pequeño, Fernando! También recuerda cuando por fin cumplió los ansiados 8 años, que le permitían acceder a la categoría benjamín, y cuando fue con mamá y papá a comprar las botas más bonitas que jamás había visto, eran azules y negras ¡¡Sus dos colores favoritos!!
Para Fernando el fútbol sala es su pasión. Cuando le preguntan que qué quiere ser de mayor él lo tiene claro, FUTBOLISTA. Muchas veces sueña con jugar en Primera División, salir en la tele, que le hagan entrevistas, firmar autógrafos , que le pidan hacerse fotos con él… y por qué no, con el dinero que va a ganar; podrá tener un coche grande y caro como él de su amigo Pablo.
Un día, cuando estaba en clase de Educación Física, su profesora Adriana les preguntó qué deporte practicaban. Fernando dijo con orgullo FÚTBOL SALA. Otros niños dijeron fútbol, patinaje, hockey, karate… Entonces les encargó una tarea que aparentemente no tenía ninguna complicación. Les entrego un cuadernillo a cada uno que ponía ¿QUÉ ES PARA TI________________? En el espacio en blanco cada niño tenía que poner su deporte. Por lo tanto el cuadernillo de Fernando empezaba con la siguiente pregunta…
¿QUÉ ES PARA TI EL FÚTBOL SALA?
En un principio, Fernando tenía clara la respuesta ¡¡pero que trabajo más fácil!!, dijo. Sin embargo, cuando llegó a casa y empezó a hacer el trabajo se dio cuenta de que era una pregunta difícil, que había que reflexionar… Hasta ahora él sólo pensaba en jugar en Primera División, salir en la tele y que le hicieran entrevistas, pero detrás de esa pregunta tenía que haber algo más; algo que no entendía muy bien. “Pero, ¿A QUIEN SE LE OCURRE HACER UNA PREGUNTA TAN DIFICIL A UN NIÑO DE 10 AÑOS?”, gritó Fernando en su habitación. Se le ocurrió buscar en google “qué es el fútbol sala”, no era lo que él buscaba puesto que salía la definición, la historia, noticias de actualidad,… Decidió entonces pedir ayuda a su hermano Fran, que tiene cuatro años más que él. Fernando pensó que sí le hacía la misma pregunta su respuesta le podría guiar: - “¿Qué que es para mí el fútbol sala?”, dijo Fran poniendo una cara entre antipatía y molestia, “pues son 10 personas corriendo con un balón”, se puso de nuevo los cascos y siguió escuchando música. No le ayudó mucho.
Pasaban los días y el cuadernillo seguía encima de la mesa, en blanco sin nada escrito, bueno sí, su nombre y su clase 5º A. Fernando seguía dándole vueltas a la pregunta pero se acercaba la fecha de entrega y tenía que empezar ya. Cada vez estaba más nervioso. Iba a hacer un mal trabajo de algo que era muy importante para él.
Una noche viendo la tele con mamá y papá, mamá le preguntó que cómo llevaba el trabajo; él le dijo que mal, que no sabía por dónde empezar. Entonces mamá preguntó:
- “¿Tú que sientes al jugar al fútbol sala?”
- “Felicidad”, respondió Fernando
- “¿Y porque eres tan feliz ahí?”
- “Porque estoy con mi amigos y me lo paso muy bien…”
- “¿Entonces?”, dijo mamá.
- “¿Entonces qué?” preguntó Fernando, que todavía no entendía donde quería llegar mamá.
- “El fútbol sala es amistad”, dijo ella con una enorme sonrisa.
De repente papá se sumó a la conversación y dijo que para él el fútbol sala es ver como Fernando mejoraba día a día, año tras año y no desistía cuando algo no le salía bien… Entonces Fernando, vio cómo todo empezaba a tener un sentido… “¡para papá el fútbol sala es superación!” Mamá dijo que estaba muy orgullosa de ver como cuidaba el material del fútbol sala, cómo preparaba la mochila para los entrenamientos y para los partidos, cómo estaba pendiente de los horarios, cómo se ponía a estudiar después de los entrenamientos… “¡para mamá el fútbol sala es responsabilidad!”
Entonces Fernando decidió que esa semana observaría sus entrenamientos y su partido y el de los mayores (así es como él llama al equipo senior de su club) “con otros ojos”. Quería ver realmente qué es el fútbol sala.
Observó cómo sus compañeros animaban a un jugador que había fallado… “¡el fútbol sala es compañerismo!”, vio cómo su mejor amigo Dani volvía después de una lesión e intentaba hacer una y otra vez el mismo ejercicio hasta dominarlo… “¡el fútbol sala es constancia y paciencia!” En su partido del fin de semana vio cómo sus padres y los padres de sus compañeros no dejaban de animar desde la grada… “¡el fútbol sala es entrega!” Se dio cuenta de los kilómetros que hacían sus abuelos todos los fines de semana para ir a verle jugar y lo bien que se lo pasaban después en el restaurante italiano al que iban a comer… “¡el fútbol sala es familia!” Recordó las caras de sus compañeros en la final que tuvieron hace un año en el campeonato autonómico… “¡el fútbol sala es deseo y entusiasmo!” Vio la foto de cuando fue con su equipo a visitar la residencia de ancianos de su ciudad en Navidad y jugaron con ellos al parchís, al dominó, al bingo… “¡el fútbol sala es solidaridad!”, y le llamó la atención los dibujos de los ejercicios que tenía su entrenador Diego en la libreta, y lo fácil que los transmitía después… “¡el fútbol sala es comunicación y organización!”
En el partido de los mayores, observó cómo todos eran necesarios y dependían los unos de los otros para conseguir el objetivo... “¡el fútbol sala es trabajo en equipo!” Se fijó en cómo le daban la pelota al contrario después de una falta o cómo se ayudaban a levantarse un compañero a otro con él que había chocado… “¡el fútbol sala es respeto!” Miró a los árbitros (siempre pasaban desapercibidos para él) y observó cómo trataban de aplicar las reglas… “¡el fútbol sala es coherencia y decisión!” Contempló que los mayores no salían tanto en la tele ni tenia coches caros… “¡el fútbol sala es sencillez y humildad!” Vio cómo al final del partido los jugadores saludaban y aplaudían a la afición… “¡el fútbol sala es gratitud!” Observó que esa afición no había parado en todo el partido de animar y cantar… “¡el fútbol sala es pasión!”
Ahora sí; ahora Fernando tenía material para el trabajo de educación física. Se puso a redactar qué era el fútbol sala para él según lo que había observado. Sin embargo, cuando tenía escrito todo, se dio cuenta de que había nombrado a sus padres, a sus abuelos, a su mejor amigo Dani, a su entrenador Diego, a sus compañeros del equipo, a los mayores, a los padres de sus compañeros, a los árbitros, a los ancianos de la residencia, a la afición del club… pero en su redacción no salía su hermano Fran. A Fernando le daba mucha pena que Fran no compartiera su hobby y que no apareciera en su trabajo. Entonces recordó el día anterior al torneo de hacía un año. Fernando estaba muy nervioso. Era la primera vez que su equipo y él llegaban a la final de un torneo y no podía dormir; apenas pudo cenar… Entonces entró Fran a su habitación; empezó a hacer las tonterías con las que tanto se reía Fernando; escucharon música a todo volumen, bueno, con los auriculares, porque si no mamá, papá y los vecinos se enfadarían; vieron esos videos de bromas que tanto les gustaban… y no solo ese día; se dio cuenta de que el día antes de los partidos Fran, que pinta muy bien, dibujaba en la pizarra de la habitación de Fernando un león, ¡su animal favorito!, y no sólo eso, también recordó los días en los hacía un mal partido y Fran cogía galletas del armario de la cocina y se daban un atracón… y pensando en todo eso, entonces Fernando llegó a la conclusión de que para Fran… “¡el fútbol sala es amor!” Y se dio cuenta de que aunque hasta ahora él pensaba que el fútbol sala les distanciaba al no compartir esa afición, en realidad…. para ellos “¡el fútbol sala es unión!”
¿Y PARA TI, QUÉ ES EL FÚTBOL SALA?